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España tras el tratado de Utrecht se encuentra
con una armada prácticamente inexistente.
Para mantenerse en una posición competitiva con las demás naciones europeas se crea en 1714 la Real Armada. Con José Patiño empieza a formarse una sólida base para el resurgir de la marina. Se crean los arsenales de Ferrol, Cartagena y Puntales. Pero es con el Marqués de Ensenada donde se puede decir que la marina española toma el definitivo impulso; desde el desarrollo del sistema de comunicaciones hasta el apogeo de la construcción naval en los nuevos arsenales, pasando por la formación científica. En 1755, año en el cual Ensenada dejó el cargo, España tenía 42 navíos y 28 fragatas, en contra de los 18 navíos que había en 1714. La máxima potencialidad de la armada en número de buques, se alcanzó en 1790 con 117 entre navíos y fragatas. José Patiño Marqués de Ensenada Pero estos esfuerzos no se ven reflejados en los distintos combates donde participó: Empezando el siglo, el día 22 de agosto de 1702 la armada angloholandesa envía a pique gran parte de la flota de indias. En cabo Passero (Cerdeña) el día 11 de agosto de 1718 una escuadra inglesa destruye a la armada española que se encuentra en este lugar. En 1780 la escuadra que sitia Gibraltar sufre un incendio. En la isla de Trinidad, el jefe de la escuadra española quema todos sus navíos ante la proximidad de los barcos ingleses. En la noche del 12 al 13 de Julio de 1801, el San Carlos y el San Hermenegildo, confundiéndose, se destruyen mutuamente. El 14 de febrero de 1797 la flota Española es derrotada a la altura del cabo San Vicente por la escuadra inglesa.
Combate de San Vicente
Defensa del
Morro de La Habana
En cambio, España solo pudo responder en hechos aislados: Blas de Lezo en 1710 con una fragata consigue apresar un navío inglés.
Combate de una fragata española con el navío británico
Stanhope
El 22 de febrero de 1744, en Tolón, la flota española, pese a ser abandonada por la francesa, vence a la inglesa. La incursión de la escuadra española, que mandada por el marqués de Socorro, destruyó los establecimientos en las ensenadas de Bull y Chateaux; y arrasó las islas de San Pedro y Miguelon. El rechazo de los ingleses en Cádiz, Tenerife, Puerto Rico y Galicia. Estas diferencias entre las dos armadas, Inglesa y Española,
no se debían principalmente al número de navíos de
que disponían, sino de las dotaciones de marineros que poseían.
La marinería española estaba compuesta mayoritariamente por
campesinos y presos que saldaban sus deudas con la justicia sirviendo en
los barcos del Rey. El oficio de marinero en un navío de guerra
era aborrecido, lo que llevaba a la situación de tener barcos fondeados
por falta de personal, y los que estaban en servicio, a ser manejados por
marineros mas prestos a desertar que ha cumplir órdenes. Orden
de aprovisionamiento
Bando de reclutamiento inglés En cuestión de mandos las dos naciones dieron una
gran cantidad de valerosos y expertos oficiales, que en el caso español,
debían contrarrestar el mal oficio de sus tripulaciones.
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